< Back

Entender la diferencia entre estrés saludable y estrés tóxico

El estrés puede ser tu cuerpo intentando decirte algo útil, o puede ser una respuesta prolongada a experiencias adversas de la infancia. Conocer la diferencia puede ayudarte a sanar.

Por la Dra. Rachel Gilgoff, asesora principal clínica y científica de la iniciativa ACE Aware del Aurrera Health Group de Oakland.

La vida, el trabajo, la escuela y las relaciones pueden traernos tanto alegría como estrés. Las redes sociales y las noticias 24 horas al día, 7 días a la semana, nos traen contenidos que a menudo nos asustan, nos excluyen, nos discriminan por razones de género, son racistas, nos avergüenzan o nos culpan. Y todo el tiempo que pasamos frente a la pantalla significa que dedicamos menos tiempo a la conexión en persona, al autocuidado o a otras actividades que nos ayudan a amortiguar el estrés. Como resultado, estos factores estresantes cotidianos pueden provocar la activación repetida o prolongada de nuestra respuesta al estrés, lo que conduce a sentimientos de ansiedad o pánico o a un estado de congelación continua que nos deja insensibles. 

Además de los estresores diarios de la vida actual, muchos de nosotros hemos experimentado traumas personales en nuestra infancia conocidos como Experiencias Infantiles Adversas o ACE. Estos traumas incluyen como el abuso físico, sexual o emocional, el abandono, la convivencia con un cuidador que padece una enfermedad mental o tiene problemas con el alcohol o el consumo de sustancias, o la violencia de pareja en el hogar.

Cómo saber cuándo el estrés positivo se convierte en algo más
Aunque hoy en día tiene mala fama, el estrés y los sentimientos y comportamientos relacionados con él son signos de un sistema sano de respuesta al estrés que intenta decirnos algo sobre nuestro entorno. Nuestras brillantes vías biológicas, que nos salvan la vida, simplemente nos ayudan a adaptarnos a nuestro entorno. Pero aunque estas adaptaciones normales y protectoras al estrés pueden salvarnos la vida en un entorno, también pueden complicarnos la vida en otro. Ser hipervigilante, rápido para reaccionar o bueno para mezclarse y esconderse puede ser muy útil viviendo en un hogar o una comunidad impredecibles o inseguros, sin embargo, estas adaptaciones pueden dificultar la adaptación a otros entornos, como tener que permanecer sentado en clase o hacer una presentación en clase.

Y para aquellos de nosotros que hemos experimentado ACE en nuestra infancia, estas adaptaciones pueden convertirse en una respuesta prolongada denominada estrés tóxico. Las adaptaciones normalmente asociadas al estrés tóxico pueden poner a prueba nuestra salud y bienestar a largo plazo, ya que la activación repetida de la respuesta al estrés puede desgastar nuestro organismo.  

Su respuesta de estrés positiva e informativa podría estar apareciendo en nuestra vida como estrés tóxico si está experimentando: 

  • Irritabilidad frecuente, impulsividad, falta de compromiso.
  • Problemas de aprendizaje, o un diagnóstico de TDAH, ansiedad o trastorno bipolar. 
  • Estar atascado en el estado de congelación, sentirse distante, insensible, tranquilo o deprimido. 
  • Necesidad de perfeccionismo o de agradar a la gente, especialmente para aquellos que han tenido que ser los cuidadores en casa o ser perfectos para no llamar la atención negativa y dañina.  
  • La creencia desde la infancia de que no se puede confiar en la gente o en uno mismo.
  • Lucha con el apego positivo o la formación de relaciones.  

Cómo curar su respuesta al estrés
Independientemente de dónde nos encontremos en nuestro camino hacia el estrés, la salud y el bienestar, todos podemos afrontarlo, curarnos y prosperar. Empieza por escuchar a tu cuerpo y lo que puede estar tratando de decirte. A continuación, puedes evaluar y abordar si tienes control sobre tu entorno y la capacidad directa de disminuir la corriente o si necesitas estrategias para afrontar eficazmente las cosas que escapan a tu control.

Por suerte, el estado de California ha lanzado recientemente el programa Puedes Vivir Mejor para aumentar la concienciación sobre ACE y el estrés tóxico y proporcionar herramientas, recursos y aumentar la concienciación sobre la gama de estrategias accesibles y probadas que pueden recablear tus respuestas al estrés prolongado y ayudarte a sentirte mejor. Entre ellas se incluyen:

  • Establecer relaciones de apoyo
  • Dormir bien
  • Comer alimentos nutritivos
  • Hacer ejercicio 
  • Practicar la atención plena 
  • Salir a la naturaleza 

Hay muchas maneras de puedes vivir mejor tu ACE y encontrar formas de equilibrar tu reacción al estrés tóxico. Aunque la vida siempre nos deparará desafíos, podemos apoyarnos mutuamente y apoyarnos a nosotros mismos para sanar y prosperar. Podemos tomar medidas para nosotros mismos, podemos trabajar para romper los ciclos de trauma familiar, y todos nosotros y podemos notar cuando un joven o su cuidador está luchando y tender la mano - como amigo, pariente, compañero de trabajo, compañero de clase, vecino o miembro de la comunidad. Juntos, todos podemos allanar el camino hacia un futuro más sano y resiliente.